El patriarcado en el medio rural
Reflexionar sobre el poder y toma de decisiones en la gestión agropecuaria
Hablar de asimetrías de poder y de toma de decisiones, ¿es sólo una cuestión de relaciones económicas, qué hay de la cultura, las relaciones sociales y políticas en la configuración del ejercicio del poder? ¿Cómo se decide en las sociedades organizadas en base a la dominación masculina? Fueron los principales ejes abordados el 8 de junio por docentes, no docentes, graduados y estudiantes en el Taller: Poder y toma de decisiones, ¿quién y cómo se decide en lo rural?, organizado en el marco de Ni Una Menos por la Prosecretaria de Agricultura Familiar, la Prosecretaria de Desarrollo Comunitario y Social y el Centro de Graduados.
La actividad se inició en el LIPA con el relato sobre las acciones efectuadas por compañeros de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación frente a un caso de abuso de poder por parte de un docente hacia una estudiante, y como resolvieron esa situación utilizando el protocolo de violencia de Género que existe para nuestra Universidad. Luego, en el parque de la Facultad, se trabajo mediante una dinámica grupal específica con el objetivo de empezar a visualizar las desigualdades que genera el patriarcado.
Una de las integrantes relató que para dar inicio al taller se separaron en grupos, leyeron textos facilitados por los coordinadores y luego reflexionaron sobre ellos. “En cada uno de los grupos se dio un interesante intercambio de ideas, reconociendo cómo afecta la cultura del patriarcado en nuestros trabajos, familias, vínculos personales y el posicionamiento del varón adulto en una zona de privilegios.” Otro de los aspectos abordados por los y las participantes fue el papel que atraviesan los jóvenes en nuestra sociedad, tanto varones como mujeres, quienes en pocas oportunidades son tenidos en cuenta al momento de tomar decisiones.
Como cierre se realizó una puesta en común e intercambio del trabajo grupal, donde se reconocio la importancia de estos espacios de reflexión, construcción y debate. “Empezar a desnaturalizar situaciones que se internalizan como naturales a las que muchas veces se nos ha acostumbrado y llevado a creer como únicas e imposibles de transformar. Escuchar el relato de otras experiencias, como así también ver reflejadas situaciones de patriarcado en nuestras vidas, no es más que el primer y sin dudas un importante paso para revisar nuestras prácticas y seguir avanzando en la búsqueda de la igualdad”, comentó una de las participantes.